Hoy es 23 de Febrero del 2018, estás a dos días de cumplir un año más de vida, agradezco al universo por ponerte en mi camino, este va a ser de los pocos artículos que escribiré en español en este lugar, mientras me sea permitido tener uso de razón.
He querido dedicarte estas palabras en el idioma terrenal que mejor conozco, hoy no estás aquí conmigo y te extraño, te extraño mucho, sé que la distancia física es mucha, pero la distancia emocional es nada entre nosotros.
Te he dicho muchas veces que el amor para mi no es sólo un sentimiento, representa algo mucho más grande, algo que puede transcender dimensiones, que hasta la dimensión temporal le tiene miedo.
Algo intangible; algo que quizá nunca podremos comprender con las leyes físicas que nuestro raciocinio alcanza a discernir hasta hoy.
No sé cómo explicar toda la emoción que me da verte cuando regreso, es simple, es bello, supongo que eso es felicidad. No sé que nos depara el futuro, pero sé que hay cosas muy grandes por vivir juntos.
Espero verte en mi siguiente vida, espero que nos volvamos encontrar. Sé que nuestro tiempo juntos aquí y ahora serán sólo algunos años; pero sabes qué… estos años han sido de los mejores que he tenido y espero estar a tu lado muchos más.
Creo que lo que llamamos alma, es algo inmortal y mi alma de alguna forma te encontrará, dentro de 100, 500 o 10,000 años. Estoy seguro, que nos volveremos a sentir como si ya nos conociéramos desde mucho tiempo antes.
¿Te acuerdas cuando estuvimos sentados frente al mar y vimos la arena donde te dije que si la vida se me acababa antes que a ti, ahí me gustaría que se quedaran la mitad de mis cenizas y la otra mitad en la tierra donde nací? Pero mientras ese día llega, voy a hacer todo lo que esté en mis manos para hacerte feliz…
Esa imagen la tengo presente en estos momentos, tu, la inmensidad del mar y yo, recuerdos que atesoro, recuerdos que llevaré conmigo en lo más profundo de mi ser.
Nos vemos pronto, mi preciosa, nos vemos pronto mi amor…